Nunca me hubiera imaginado que tomaría la decisión de dejar a un lado todo lo conseguido hasta la fecha para embarcarme en un proyecto personal. Y menos a mis 43 años. Pero creo firmemente que no hay edad para emprender ni para tomar las riendas de tu vida si es que vas a hacer lo que siempre has soñado.

Nací en Madrid. Soy la pequeña de tres hermanas. Nuestra pasión por la moda viene heredada de mamá, modista de profesión, que nos hacía la ropa a medida. Y mi afán por emprender me lo he visto en papá, que, viendo la necesidad de sacar a una familia adelante, también decidió crear su propio negocio. Una idea peculiar, pero a la larga, rentable.

Estudié una Ingeniería Técnica. El camino que tomo ahora no tiene nada que ver con esta profesión, pero hay cosas que me han ayudado a entender algunos aspectos de mi nueva andadura.

Lucia Soler

Aproveché el tiempo de confinamiento para formarme. Desde marzo de 2020 no he dejado de estudiar y quiero seguir así, en continua formación, para aprender todo lo necesario hasta convertirme en una auténtica experta en el sector.

He creado una firma de ropa de punto para mujer que lleva mi nombre: Lucía Soler. En ella quiero plasmar lo que significa para mí la necesidad de afrontar el día de una manera cómoda y versátil, sin necesidad de renunciar al estilo.

Prendas atemporales y duraderas. Fáciles de poner en cualquier estación y que se adaptan a cualquier situación.

Apuesto por la producción ética y el consumo responsable mediante la fabricación artesanal y sostenible, anteponiendo la calidad a la cantidad. Colecciones limitadas y exclusivas 100% fabricadas en Toledo, por artesanos españoles.

Me sumo a la moda lenta.

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